Tarjetas de residentes permanentes, con rediseño

Por LUCIANA VAZQUEZ
Posted: 2009-10-02



Las tarjetas de residentes anteriores siguen vigentes hasta su fecha de vencimiento.

La llave a la vida canadiense llegó con cambios: las tarjetas de residentes permanentes acaban de presentarse con nuevo de diseño, todo para garantizar mayor seguridad y reducir la cantidad de falsificaciones.

Pero a no preocuparse: las anteriores siguen vigentes y el cambio sólo afecta a quienes las obtienen a partir del 24 de agosto pasado.

El anunció llegó de boca del ministro federal de Ciudadanía, Inmigración y Multiculturalismo, Jason Kenney.

“Gracias a detalles de seguridad último modelo, este rediseño de las tarjetas de residentes permanentes ayudará a prevenir el uso fraudulento de los documentos de inmigración canadienses y a proteger la integridad de nuestro sistema de inmigración”, sostuvo el ministro.

En 2008, se contabilizaron cerca de 280 tarjeta de residente permanentes fraudulenta. “Fueron detectadas al ser presentadas por pasajeros que intentaban abordar vuelos hacia Canadá o a su llegada a algún aeropuerto canadiense”, comentó la encargada de relación con los medios del Canada Border Services Agency (BCSA), Patrizia Giolti.

Cuestiones como cuáles son las ciudadanía usualmente involucradas en el fraude, el CBSA prefiere no hablar de patrones generales. “El país de nacionalidad de la persona que comete el fraude no es relevante para el CBSA. Las acusaciones de violaciones tales como producir o usar documentos fraudulentos están basadas en las actividades en la que una persona se involucra y no en su nacionalidad”, aclaró Giolti.

El CBSA tampoco quiso contestar sobre la modalidad del fraude, si se trata de organizaciones delictivas o de individuos aislados, y sobre lo usos que quienes las buscan le da, como el ingreso al país u otro tipo de abuso.

El nuevo diseño incluye lo más novedoso en detalles de seguridad para documentaciones de viaje. Se trata de una leyenda microscópica y un estampado de líneas finas difíciles de ser copiadas, muy similares a las que incluyen los cheques.

Por otro lado, la foto y los datos personales del poseedor de la tarjeta están grabados sobre un código de barra en un formato encriptado al que sólo acceden los oficiales autorizados.

La actualización tecnológica de las tarjetas no demandó una inversión extra. “Todos el costo fue absorbido por nuestro presupuesto operativo regular”, explicó la encargada de la relación con los medios de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, Danielle Norris.

La producción normal de tarjetas requiere un presupuesto anual de 5.8 millones de dólares. Sin embargo, “los costos de producción para la nueva tarjeta son la mitad del costo de las tarjetas originales”, aclaró Norris.
Es que la tecnología laser de grabado usada para personalizar las tarjetas se ha generalizado en la producción de documentos de seguridad, la competencia ha aumentado y por eso los precios bajaron.

Los nuevos residentes permanentes ya están recibiendo las tarjetas rediseñadas en el transcurso normal del proceso inmigratorio. En el caso de los residentes permanentes anteriores, sólo recibirán la tarjeta nueva si la suya ha vencido o la han extraviado. Mientras tanto, su tarjeta está válida.

En cuanto a los usos de las nuevas tarjetas, es idéntico a las anteriores y aquellos residentes permanentes que deban viajar al exterior para luego regresar a Canadá, deberán exhibirla en los puntos de salida y entrada al país.

Una breve historia
Las tarjetas de residentes permanentes fueron introducidas en 2003 por el gobierno canadiense. Desde entonces son el principal documento que demuestra el estatus del inmigrante y también, su principal documento para salir y entrar a Canadá.

Llegaron entonces para reemplazar el famoso papel de los “Landing immigrants”, el formulario IMM1000.

Desde 2003, los residentes permanentes con años en el país que sólo poseían ese papel como prueba de su estatus debieron cambiarlo por la tarjeta de residente permanente.

Como hubo muchas demoras con la emisión de las tarjetas en el momento de su establecimiento, muchos antiguos residentes permanentes que contaban con pasaportes internacionales preferían no encarar el trámite.

Sin embargo, la tarjeta se volvió imprescindible para reingresar a Canadá, de manera que desde entonces es imprescindible contar con ella.

lvazquez@elcorreo.ca